Reseña histórica

80º Aniversario de la fundación del Instituto Argentino de Ciencias Genealógicas decano de Hispanoamérica, por nuestro presidente Ernesto A. Spangenberg, publicado en la Revista N°40 del Instituto Argentino de Ciencias Genealógicas (extracto).

Los caballeros que fundaron nuestro instituto, dotándolo de personería jurídica, no le asignaron un carácter municipal, ni restringieron su ámbito de estudio a genealogías porteñas. Lo denominaron “argentino”, por ser el único gentilicio apropiado para el caso. No solo por estar nuestro domicilio en la ciudad capital del estado argentino sino, principalmente, porque fue propósito de los fundadores promover investigaciones sobre linajes de todo el país. 

Durante ochenta años tal objetivo fue puesto en ejecución por nuestro instituto dando a conocer estudios genealógicos referidos tanto al ámbito rioplatense como a los territorios incluidos en la vieja gobernación del Tucumán. También hemos incluido en nuestras publicaciones trabajos atinentes a otras naciones hispanoamericanas y a la propia España. La lectura de cualquiera de los treinta y nueve volúmenes y de los doscientos noventa y cuatro boletines de nuestro haber editorial comprueban que ello fue y sigue siendo así.

Hemos celebrado que en nuestras provincias hayan surgido instituciones de estudios genealógicos dedicadas a ahondar el estudio de sus troncos locales. Ello no ha impedido que el objetivo de nuestros fundadores de dar a conocer estudios referidos a genealogías de todo el país haya permanecido inalterado hasta el presente. 

Nunca tuvimos una sede fija. Hemos dependido de la generosidad de instituciones que nos han facilitado espacios para nuestras reuniones y el depósito de libros y papeles. Vemos en los primeros números de nuestra revista que el lugar inicial de reuniones fue el Museo Municipal de Arte Colonial, luego fue el Jockey Club de la calle Florida hasta su incendio en 1953. Durante los años siguientes las reuniones se realizaron en el estudio jurídico de Raúl Molina en la calle Lavalle frente a la plaza de Tribunales. A partir de 1958 volvimos al Jockey Club de la calle Cerrito hasta 1969 en que se inauguró la sede de Avenida Alvear. A partir de ese momento el lugar de reunión pasó a ser el Círculo Militar y luego el Club del Progreso. Cuando en el año 1994 fui elegido presidente del instituto gestioné y obtuve el permiso para una vez por mes poder realizar nuestras reuniones en el Salón Anasagasti del Jockey Club, institución amiga que siempre nos ha prestado todo tipo de ayuda. Apunto que el Jockey Club recibió en donación de la señora Mirta Chena de Fernández Burzaco la importante biblioteca de libros de genealogía que había pertenecido a su marido don Hugo Fernández Burzaco, presidente que fue de nuestro instituto. Con los volúmenes donados el Jockey Club ha formado en su biblioteca una sala que ha pasado a llamarse Fernández Burzaco. Es la más importante biblioteca en materia genealógica existente en el país. El depósito de nuestros libros y papeles inicialmente estuvo en la casa Staudt en la calle Bernardo de Irigoyen. De la casa Staudt pasamos a una sala que temporalmente prestó la Casa de Ejercicios Espirituales de la avenida Independencia. Después de andar con nuestros papeles de un lado para el otro permitió la comisión directiva del Círculo de Armas presidida entonces por el doctor Jorge Otamendi, que los llevásemos allí, donde actualmente están.

Hoy son 40 volúmenes que con el título “Genealogía” hemos brindado a quienes se interesan en nuestra materia. En línea paralela desde el año mayo de 1969 y por iniciativa del entonces presidente Hugo Fernández Burzaco publicamos el boletín donde volcamos material genealógico diverso, no siempre apto para ser incluido en la revista. A la fecha hemos publicado 294 números de ese boletín que se difunde actualmente por vía digital. Desde el año 1999 venimos publicando volúmenes especiales dedicados, las más de las veces, a fuentes documentales. El contenido de gran número de las revistas, boletines y publicaciones especiales se encuentran volcadas a Internet.

Los que hoy formamos parte del instituto creemos que la consigna emitida por los fundadores en el acta de creación de promover el conocimiento de genealogías de nuestro país la venimos cumpliendo con aceptable dignidad. Doy por cierto que los miembros de entidad hoy octogenaria seguiremos en el rumbo trazado por aquellos.